viernes, 21 de marzo de 2008

Vieja lista

Para tener en cuenta a la hora de hacerme un regalo de cumpleaños:

Cosas que me gustan:
-las flores, lo paraguas, y todo lo que florece con el agua
-la lluvia
-las personas

Cosas que no me gustan para nada:
-los anteojos de sol
-los animales que no sean personas

Además hay tres cosas que me interesan:
El café (en lo posible quemado, en vaso de plástico y mcasquerosamente preparado) y las caricias, siempre y cuando vengan con unas manos (2) de chico así no se desaparraman por el piso cuando me las pongo.

martes, 18 de marzo de 2008

Caja Negra

No quiero ser una

jueves, 6 de marzo de 2008

Muñeca

¿Quién me mueve? ¿Alguien me maneja como una marioneta?
Todo a mi alrededor flota en mi arroyo de lágrimas. El televisor, la mesita ratona.
Me pregunto, ¿en las lágrimas de quién flotaré yo?

Las imágenes. Las imágenes me mueven o no según que tan cerca las tenga. Las que no me mueven igual me afectan.

Los estímulos. Acá no puedo elegir. Es mi cuerpo reaccionando ante perturbaciones externas o internas. Es la pupila dilatándose frente a la luz.
Puedo elegir los estímulos, no la reacción.
Cosificar el cuerpo no es adornarlo o considerarlo una cosa (lo es), sino (mal)tratarlo como si fuera inanimado o no imaginativo.
Los prehistóricos distinguían a la muerte por la ausencia de movimiento y sonido. De ahí la estrecha relación entre la música y la muerte; ruido y silencio, tensión y relajación, ritmo y melodía, danza.
Si ya no hay movimiento, ¿no hay imágenes? No sé.
Siempre buscamos expandirnos, en tiempo y en espacio, construimos vehículos, armas, instrumentos, herramientas, que son una extensión de nuestro cuerpo y por ende afectados con nuestras imágenes. Ahí nos expandimos en espacio.
También nos conectamos con otros seres imaginando juntos, a menos que los cosifiquemos y los veamos también como herramientas, caso en el cual no construiríamos JUNTOS.
Nadie es tan poderoso como para construir algo solo, ni tan débil como para no poder ayudar a otros.
De ahí la importancia de ayudar a otros.
Cuando todos los humanos se traten entre sí como tales, y vean la importancia de ayudarse, comenzará una nueva era.
En aquél espacio entre el estímulo y la reacción es donde intencionamos, y si logro algo efímero tal vez logre belleza, pero si logro algo que continúa en otros, logro trascendencia.
Distinto de la trascendencia es perpetrar acciones egoístas que llamen la atención de mucha gente, o quedan grabadas por mucho tiempo, incluso para ser percibidas por generaciones venideras.
Trascendencia es ayudar a otros.

Escucho una voz lejana que me llama.
Había olvidado que existían las cenas y me miraba en el espejo no reconociéndome en la imagen que este me devolvía.