martes, 15 de enero de 2008

Planes

Nacer, abrir los ojos, ver como acomodar el cuerpo en la silla, rozar los cuerpos, desplegar caricias, despegar curitas, acariciar la piel con cera caliente, rascar con la aguja las partes que pican, raspar con cuchillo las partes quemadas. Sacar la basura de un tirón, caerse el atril a cada instante, levantarse de la cama, subir arriba ellas, abajo ellos. Pudrir el agujero la doble faz de la tierra, deslizarse el lápiz por el pupitre, abalanzarse la mano para impedir el desastre, deslizarse la mano, abrirse más el agujero, romperse el lápiz. Abrir el closet, ver que no hay nadie en casa, cerrar los ojos, morir.

lunes, 14 de enero de 2008

La Criatura

You will come to find
that we are all one mind


Estaba bien enterado del animismo y la cábala de Agripa, ya había estudiado la nigromancia y se había afiliado al partido feminista. Como a muchos, a H. se le pasaba por alto que su visión de la realidad era muy suya, muy oportuna para él.
Creía dogmáticamente en la falsedad del ego: aceptaba en su lugar esa larga, inconmensurable evolución colectiva; donde todo lo que es, fue y será, forma parte del Gran Alma.
Como arriba es abajo, en el microcosmos que es el hombre están, según H., todos los hombres. Por lo tanto, en esa criatura (que sabía oler tan bien) que va de la cama al baño y del baño a la cama dibujando una cinta de Moebius con sus pasos en la alfombra es, a su vez, todas las criaturas que saben oler tan bien habidas y por haber.
Prende un cigarrillo.
Una reminicencia late en su cabeza: los labios tienen un saber ajeno, y la conversación que sigue delata la infidelidad, aunque ninguna fidelidad se había supuesto.
Concluye que la criatura, circunstancialmente llamada Lucrecia, se ha acostado con muchos otros hombres, pero que todos son él, él es todos, o algo así.

miércoles, 2 de enero de 2008

Futuro

El universo salta de emoción
nuevas luchas, nuevas verdaderas aventuras le esperan
Una estrella fugaz le recorre la espalda
haciéndolo vibrar
La memoria muscular marca sus gestos
y una crónica cósmica que dice:
"(...) y cuando por fin acabamos con la violencia en el planeta, nos llegó un mensaje del cielo
¡Qué clara era su luz! (porque hay luces tan opacas) ¡Qué entendible su idioma! (sin ser idioma alguno), qué sereno al decir:
Ahora podemos empezar a hablar."